Los reflejos secundarios del bebé
Son los que se manifiestan a lo
largo de los primeros meses de vida del bebé y que también pueden desaparecer
con el tiempo. Por ejemplo:
- Reflejo de Galant.
Cuando al pasar la mano por la parte baja de
la espalda y hacia los lados del bebé, se observa que él arquea ligeramente el
cuerpo hacia arriba y hacia los lados. Puede durar hasta el año de nacido.
- Reflejo del Moro.
Cuando se pone el bebé tumbado sobre una
superficie blanda y se le sostiene y tira por las muñecas, separándolas un
poco, y dejándole caer hacia atrás. El bebé abrirá los brazos y los echará
hacia delante como si de un impulso quisiera dar un abrazo. Luego llora. Dura
hasta el cuarto mes de vida.
- Reflejo de Búsqueda.
Cuando se
toca o acaricia los labios de la boca del bebé, él vuelve la cabeza y abre la
boca para seguir o buscar en la dirección del contacto. Eso ayudará al bebé a
encontrar el pecho o el biberón para alimentarse. Al primer mes el bebé puede
girar la cabeza en busca de lo que ha sido puesto en sus labios.
- Reflejo de Arrastre.
Cuando el bebé, colocado boca abajo, intentará
mover sus piernas para avanzar gateando. Se puede ayudarlo colocando los
pulgares bajo los pies del bebé. Le servirán de apoyo. Este reflejo suele
mantenerse hasta los tres meses de vida.
- Reflejo de Landau
Cuando al suspender al bebé en posición ventral, su
tronco se endereza, la cabeza se eleva y los pies y brazos se estiran. Suele aparecer por el
cuarto mes y desaparecer por el décimo mes.
- Reflejo del Paracaídas:
Cuando se sujeta al bebé por los costados boca
abajo y se lo inclina hacia delante, él reaccionará extendiendo los brazos y
abriendo las manos. Aparece por los seis meses y desaparece por los nueve.
- Reflejo del Gateo:
Cuando al poner el bebé acostado sobre su
barriguita y en una base sólida y segura, se puede notar que automáticamente él
se pondrá en posición de gateo. Suele aparecer por los 6 o 7 meses hasta que
empieza a caminar.
- Reflejo del Paso:
Cuando al tomar el bebé alrededor de su barriga,
sujetándolo por debajo de sus axilas y tratando de ponerlo de pie, el bebé
empezará a realizar movimiento como si estuviera dando sus primeros pasos, al
tocar sus pies a una base sólida. Así empieza el proceso para que el bebé
aprenda a caminar.
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